Paul Orfalea |
Fue expulsado de
varios colegios. Pero a pesar de todos los obstáculos consiguió tener un
negocio multimillonario. Su empresa Kinko's (el nombre viene del apodo que le habían
puesto y significa pelo rizado) es la
cadena de fotocopiadoras más exitosa de Estados Unidos.
Cuando estaba en
segundo grado no sabía el alfabeto ni podía leer. En el Colegio católico al que
iba, tuvo que memorizar las oraciones para que la monja, que era su profesora,
pensara que estaba leyendo.
Sufría de dislexia
y Trastorno de Déficit de Atención, lo que hacía que le fuera imposible
concentrarse en el colegio. Sus padres ofrecían a sus hermanos 50 $ para que le
enseñaran el alfabeto, pero no funcionó.
Los médicos
pensaron que no podía leer porque tenía los músculos de los ojos débiles, y sus
padres no sabían qué hacer.
Cada semana, cuando
iba a la escuela de verano, y durante el año escolar le ponían en un pequeño
grupo especial. Estaba en el grupo de pronunciación, en el de corrección de la
postura, el grupo de lectura rojo, el grupo de lectura verde. En segundo grado
la única palabra que podía leer era "the". Solía encontrar por dónde
iba leyendo el grupo siguiendo la
relación de "the" en el texto.
Cuando Orfalea
tenía 15 años pudo empezar a arreglárselas para leer en clase, pero nunca pudo
deletrear las palabras. Se acostumbró a las malas calificaciones. Pero
finalmente pudo graduarse en el Instituto siendo el octavo con peores calificaciones
de un total de 1.500 alumnos. "Para ser sincero, no sé cómo otras siete
personas pudieron estar por debajo de mí."
Hasta él se
sorprendió cuando le aceptaron en la University of Southern California, pero
sin tener muchas esperanzas. "Todas las personas de mi familia y todos los
amigos de mis padres tenían negocios propios, por lo que para mí la Universidad
fue sólo una diversión ya que sabía que tendría que tener mi propia empresa.
Sabía cuáles eran los profesores con los que era más fácil aprobar.
Estando aún en la
Universidad Orfalea decidió empezar su propio negocio. Por 100 dólares al mes
alquiló un pequeño garaje cerca del campus y comenzó a vender bolígrafos,
lápices, y alquiló una fotocopiadora. Rápidamente estaba ganando 1.000 dólares
al día. Pero eso sólo fue el principio para Orfalea.
La de Orfalea es la
historia de un chico que tuvo el valor de fracasar, que sabía que tenía que
confiar en otras personas.
Aún tiene
dificultades para leer, para escribir y para continuar sentado en las reuniones
de negocios. Pero trabajando con los obstáculos que la vida le presentaba consiguió crear una empresa que mueve
1.500 millones de dólares al año y que además según la revista Fortune es uno
de los mejores sitios para trabajar en América.
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