Voy a hablarte hoy de algo que
nadie te ha dicho del Liderazgo Femenino y que hace que muchas mujeres todos
los días gasten grandes cantidades de energía y de tiempo para conseguir
resultados que las hacen sentir infelices, cansadas y frustradas, sí justo lo
opuesto del objetivo que tienen. Y sobre todo, te voy a contar qué es lo que puedes hacer para corregirlo.
Antes de seguir quiero dejar
claro que el liderazgo masculino no es malo, de hecho es necesario, pero es
distinto que el femenino.
Es una de las cosas que las
directivas demandan, cómo desarrollar su liderazgo, y te voy a
contar lo más básico, los principios sobre los cuales montar tu liderazgo, que
realmente seas una mujer líder, no alguien que sigue a pies juntillas lo
que otros, hombres casi siempre, creen que es el liderazgo, y que coincide con
las cualidades que ellos tienen, un sistema un poco perverso…
Y si eres hombre y tienes mujeres
a tu cargo y quieres desarrollar su liderazgo este artículo te ayudará a no caer en los
típicos errores de los hombres cuando lo intentan, sí, intentan hacer porque en
la práctica no lo consiguen al querer crear clones de ellos.
El principal obstáculo al que se
enfrentan las mujeres a la hora de desarrollar su liderazgo es que en lugar de
contar con sus cualidades innatas para ser líderes, es decir, de partir de lo
que ya tienen para desarrollarlo y buscar habilidades que complementen sus
cualidades de liderazgo, pretenden ejercer el mismo estilo de liderazgo que los
hombres, es decir, copiar como lideran
los hombres.
PRIMER GRAN ERROR: QUERER SER UN HOMBRE
Intentar pensar como un hombre, trabajar como un hombre y actuar como
uno no es fácil para una mujer, es, desde luego, posible si se lo propone,
por supuesto, pero entre tú y yo: intentar actuar como algo que no eres durante
toda la jornada laboral es agotador y además antinatural.
Lo que sigue a continuación es que
en lugar de producir los efectos que la persona quiere conseguir se encuentra
en tierra de nadie, desconcertada porque poco a poco se va desconectando de sí misma y de lo que “sabe” de forma natural,
de lo que le sale hacer y que reprime pensando que no es el correcto modo de
proceder.
El mayor inconveniente de las mujeres que son o quieren ser líderes es
que quieren ser hombres líderes, y te contaré un secreto: no son hombres, y por tanto no pueden
pensar como un hombre y lo que es más, no pueden sentirse bien liderando como
un hombre porque nosotras pensamos de distinta manera.
SEGUNDO ERROR: NO USAR LAS CUALIDADES INNATAS
Querer pensar cómo o ser algo que
no eres, significa no usar cualidades y
características propias que son innatas en las mujeres y las convierten en
líderes naturales, efectivas y mejor valoradas que los hombres.
Y por otro lado, estar
continuamente manteniendo una pose o postura que nos es ajena requiere un enorme gasto energético y por tanto genera
un nivel muy elevado de estrés. Y ya sabemos que el estrés disminuye
nuestra capacidad para ser creativos, para pensar con claridad, para resolver
problemas.
Aunque si hay algún hombre que ha
sido lo suficientemente valiente como para llegar hasta aquí leyendo,
posiblemente no le parecerá tampoco que es para tanto, lo cierto es que produce
una gran sensación de no ser capaz de hacer las cosas como se debería, de ser
inadecuada para según qué puesto, y genera
incluso deseos de rendirse y dejar paso a alguna otra persona que sea más “competente”.
Lo que hay son mujeres extremadamente competentes, no perfectas porque no serían humanas, pero
la clase de persona que me gustaría que fuera jefa de mis amigos o familiares,
de la gente que quiero.
Mujeres que se plantean si a lo
mejor han llegado al techo de su carrera y que se sienten incapaces de ser,
cuando llevan un tiempo intentándolo, alguien que no son y por eso creen que hay algo que está mal en ellas, que
tienen un problema, y lo que tienen en realidad es un potencial increíble,
justo su brújula interior les está
diciendo que ese no es el camino.
EL CEREBRO MASCULINO ES DISTINTO AL FEMENINO
Los hombres y las mujeres podemos
hacer las mismas cosas, y lo cierto es que podemos hacerlas de forma distinta
por una razón fundamental: usamos el
cerebro de manera distinta.
Es como si ambos pudieran ser
pintores pero las mujeres emplean más un tipo de pinceles, más finos, por
ejemplo, mientras que a los hombres usan más otro tipo de pinceles más gruesos,
para seguir con el ejemplo. Los dos
pueden pintar cuadros pero lo harán de manera distinta.
Es decir, la herramienta de base
es la misma pero existen sutiles
diferencias en la forma de procesar la información que hacen que los
cerebros de mujeres y hombres funcionen de distinta manera.
El principal obstáculo con el que se enfrentan las mujeres a la hora
de mejorar su liderazgo es la imagen que tienen de lo que es un líder,
y generalmente no precisamente de lo que es un líder efectivo.
SEGUNDO GRAN ERROR: COMPETITIVIDAD
A los hombres, en general, les
gusta la competición, la razón es que cuando
compiten suben sus niveles de testosterona y les da sensación de seguridad,
se sienten bien en su piel.
Si bien hay hombres que no
necesitan la competición para sentirse bien, lo cierto es que en el mundo
corporativo se ha impulsado la competición como algo estupendo por lo que en ciertas
posiciones son hombres que disfrutan de
la competición los que copan los principales puestos, haciendo ver,
erróneamente, que la competición es la mejor manera de generar valor en la
empresa. Y claro, así les va a esas empresas y a esos equipos.
Las mujeres en las competiciones nos estresamos, y si bien al
principio de una competición deportiva, nos sentimos mejor incluso después de
haber ganado no nos aporta seguridad sino estrés.
Los hombres, usan preferentemente
el hemisferio izquierdo de su cerebro, la parte analítica, lógica, la que se
centra en los detalles. Las mujeres
usamos los dos hemisferios al mismo tiempo, usamos la lógica pero la
atemperamos con el uso del hemisferio derecho, el creativo, el de la
imaginación, el que nos permite percibir las emociones de los demás mientras
estamos haciendo alguna tarea.
Por eso nos pensamos más las cosas, viendo los pros y contras porque
tenemos en nuestro cerebro un generador de realidad virtual que nos permite
considerar toda la información.
Por eso si nos fijamos en alguien
a quien consideramos un líder y que es competitivo, e intentamos ser competitivos como él nos
estaremos dejando la piel mientras al mismo tiempo generamos justo el estado opuesto al que queremos conseguir: estrés,
y tengámoslo claro, un líder estresado
no es un líder, es un jefe que crea estrés a los componentes de su equipo,
aunque no quiera.
Las mujeres estamos
biológicamente diseñadas para
relacionarnos con los demás y buscar la colaboración en lugar de la
competencia, por eso la competencia se nos hace tan cuesta arriba. Que conste
que esto es totalmente compatible con el deseo de tener una carrera profesional
exitosa y ascendente.
USAMOS LOS DOS HEMISFERIOS CEREBRALES
Esta capacidad para usar los dos
hemisferios al mismo tiempo hace que podamos estar viendo un problema y sus detalles técnicos
mientras que al mismo tiempo nuestra imaginación
esté activada buscando respuestas y soluciones al problema.
Activamos nuestra intuición, que no es más que buscar el archivo de
información del cerebro e intentar buscar conexiones con la situación que
queremos resolver mientras al mismo tiempo en nuestra imaginación aplicamos
esas posibles soluciones a la situación concreta.
Por eso podemos ver todo el cuadro
y a la vez los detalles de la habitación en la que se encuentra el cuadro, los
colores de las paredes, los sillones, etc. Por eso podemos ocuparnos de varias cosas a la vez, porque en nuestro cerebro
están conectadas. No me refiero a la multitarea, algo que también hacemos
mejor las mujeres aunque no nos beneficie y ya escribiré más adelante sobre
ello.
SE TRATA DE HACERLO MEJOR
Muchas veces algunas mujeres quieren hacer cosas que compañeros masculinos hacen porque creen que les ayuda a ser mejores líderes.
Sin embargo lo cierto es que tanto hombres como mujeres valoran más a las jefas
mujeres, si quieres más información sobre esto te recomiendo este
artículo del Harvard Business Review
Los estudios demuestran que tener
mujeres líderes mejora los resultados de las organizaciones, como muestra este
artículo
de Strategic Management Journal
Al final se trata de creencias. Y
es posible que en algunas organizaciones no se aprecie un estilo de liderazgo menos competitivo, menos agresivo, pero en ese caso ellas se lo pierden y están
abocadas a la extinción porque esa no es la forma de tener mejores resultados.
Se trata de preservar nuestra
esencia, lo que nos hace especiales, lo que hace que podamos realmente
contribuir en las organizaciones y lo que nos hace trabajar mejor.
Tenemos la capacidad innata e
imprescindible en un líder de detectar las emociones de los demás, ver si está
teniendo un mal día, si la persona está triste.
LAS VENTAJAS
PRIMERA GRAN VENTAJA: EMPATÍA
Las mujeres empatizan de manera espontánea con los demás (por regla
general, también hay excepciones) eso no significa ni mucho menos que los
hombres no sean empáticos, sino que en las mujeres esta característica es más
acusada, porque de ella dependía nuestra supervivencia en los orígenes del
hombre.
Eso no nos hace mejores personas
que los hombres, sólo nos hace distintos. Al ver las emociones que la persona
siente y ser capaz de empatizar con ella una mujer comprenderá mejor a la
persona, y ésta, con el mero hecho de sentirse entendida mejorará su bienestar,
y por tanto mejorará su capacidad de
trabajo y su creatividad disminuyendo aunque sólo sea un poco su nivel de
estrés. Mientras al mismo tiempo mejora el clima laboral en conjunto.
SEGUNDA VENTAJA: AVERSIÓN AL RIESGO EXCESIVO
En este
estudio realizado en una firma financiera se encontró que las mujeres tienen menos tendencia a correr
riesgos altos en su trabajo.
La aversión al riesgo es una característica claramente compartida por la
mayoría de las mujeres, no correr demasiados riesgos, tiene, obviamente su
origen en su función original como cuidadora de la prole cuando aún vivíamos en
cuevas, ya que de ella dependía la supervivencia de su familia.
El hecho de no querer tomar
demasiados riesgos ahorra a las
organizaciones mucho dinero y problemas, y también influye positivamente en
las personas de la organización, quienes a veces tienen que “tragarse” medidas
arriesgadas que al mismo tiempo generan estrés e inseguridad.
TERCERA VENTAJA: VISIÓN GLOBAL
Al no estar enfocadas
exclusivamente en los detalles (vuelvo a repetir que hay excepciones)
son capaces de ver todo el conjunto, no sólo una parte que puede llevar a
engaño y a tomar decisiones equivocadas.
Hay menos posibilidades de que se
descarte información que a lo mejor no está muy relacionada con un problema o
situación adecuado pero que puede facilitar la resolución del problema.
CUARTA VENTAJA: MEJORAN LAS CONDICIONES DE TRABAJO
Al ser más empáticas también
pueden ver con mayor naturalidad cómo mejorar las condiciones de trabajo y
económicas de los empleados y de hecho pueden ver los beneficios para la
organización de mejorar las condiciones de trabajo.
Hay también excepciones, por
ejemplo Ariadna Huffington, que levantó su imperio con un periódico en el que
la gente trabaja gratis y al mismo tiempo afecta negativamente al resto de
personas que trabajan en la industria. Que esta persona hable después de temas
como motivación es una intolerable broma de mal gusto para muchas personas,
entre las que me incluyo. Y que ponga una gran sonrisa cuando habla no la hace
más empática.
EL LIDERAZGO SE HACE, PERO VIENE DE DENTRO
El liderazgo nace dentro de
nosotros, en un lugar muy profundo al que todos podemos acceder cuando dejamos
de oír el ruido del exterior y nos concentramos en dejar fluir nuestra propia
voz. Una voz que, en cuanto la dejas, tiene mucho que decir.
Dentro de ti hay información
valiosa que ningún gurú o “experto” puede poner dentro de ti igual que no
pueden poner dentro de ti que te gusten las espinacas si no te gustan.
Todos tenemos la capacidad innata
de ser líderes. Porque liderar significa iluminar a otros, ser el que sostiene
la linterna y apunta para que la otra persona desarrolle su capacidad de
interpretar lo que ve y use todas las habilidades innatas que tiene para
enriquecer al grupo, a la organización y a la sociedad.
Se trata al fin y al cabo de
solidaridad y colaboración, no de competencia y de querer parecer mejor que los
demás, porque si lo hacemos, los demás no podrán usar todo su ilimitado
potencial y no nos podremos beneficiar de él.
El Liderazgo está más allá de los
libros. Más allá de tus creencias. Más allá de lo que crees que es posible.
Eres una Líder nata. Sal ahí
fuera y lidera desde lo que eres, no desde lo que crees que debes ser.
Aunque suene a tópico, el cuidado es otra ventaja femenina.
ResponderEliminarEl cuidado es una ventaja para todos, sin duda, siempre que se elija bien qué es lo que se cuida. Gracias Jerby
EliminarHola Ana,
ResponderEliminarpor lo que comentas, las mujeres parece que van hacia la competitividad aunque no sea lo natural para ellas. A mí me parece que no queda más remedio porque si no, se te comen. Tal y como está montado todo... De hecho, no solamente la competitividad consiste en pensar como ganar la partida a otros, sino más bien en que tienes que distinguirte de los demás, tienes que ser muy bueno en algo para que te elijan a tí y no a otros, no sé si me explico. La colaboración debería ser lo ideal, lo que ocurre es que cuando colaboras muchas veces acabas dándote cuenta de que ambas partes no salen igualmente favorecidas. Sobre todo si tú no eres la parte más favorecida, puedes acabar pasándote al bando de la competitividad.
Abrazos ;)
Hola Carolina:
EliminarEn mi opinión diferenciarse no es ser competitivo, es desarrollar mejor el producto, algo que es positivo para todos. No me refiero a lo de poner la otra mejilla o algo así de altruístico cuando hablo de no ser competitiva, hablo de aprovechar las ventajas naturales que tenemos para ser nosotras, y no para copiar un modelo de empresa y de organización que aunque sigue dando coletazos está caduco y obsoleto.
Veo que cuando las mujeres empiezan a hacer las cosas como les hace sentir mejor a ellas, no a los demás, hay beneficios para todos.
Desde luego a la hora de colaborar hay que elegir con quién se hace, y también ser suficientemente asertiva y decir directamente a la otra persona cómo va a colaborar si no no es colaboración es ser cómplice del abuso hacia nuestra buena fe.
Un abrazo fuerte.