Los adolescentes sienten las
emociones mucho más intensamente que los adultos.
Este hecho está relacionado con
una mayor actividad de la amígdala, la zona del cerebro donde se encuentra la
memoria emocional. Es decir, cuando una situación se produce en presencia de
una emoción ambas quedan impresas en nuestra memoria emocional, además de en
nuestra memoria normal. La intensidad del recuerdo será mayor cuanto más
negativa sea la emoción que se siente. Eso quiere decir que tendremos más
posibilidades de recordarla.
Además, la amígdala controla la
rabia, el miedo y las demás emociones negativas. No sólo eso. Antes de que
seamos conscientes, la amígdala decide si una situación es peligrosa o segura,
iniciando reacciones en nuestro cuerpo antes siquiera de que seamos conscientes
de que están pasando. Por eso puedes en un determinado momento verte temblando sin que aún sepas por qué.
La evaluación de seguridad que
hace la amígdala se realiza en función de anteriores experiencias que hayamos
vivido. Por tanto las experiencias actuales y pasadas importan en la medida en
la que determinan en distinta medida nuestro filtro de las situaciones futuras.
No sólo eso, cuando se dan
circunstancias parecidas a las que originaron el recuerdo, sobre todo si fue un
recuerdo negativo, nuestra amígdala activará la misma emoción, las mismas
sensaciones, es decir, reactivará el recuerdo. Una mayor actividad en la
amígdala implica por tanto que la memoria emocional estará más activa y que
cuando un suceso active la amígdala los efectos en las emociones y sentimientos
serán más intensos.
Al mismo tiempo, durante la
adolescencia se producen muchos cambios en el cerebro, al aumentar el número de
hormonas, que realizan una reconstrucción completa del cerebro, lo que explica
los cambios radicales de carácter o comportamiento que a veces se observan en
los adolescentes.
Y es precisamente esa la razón por la que la adolescencia es la mejor época para aprovechar los cambios que se dan en el cerebro, es la mejor manera de ayudar a los adolescentes a sobrellevar la carga emocional añadida que suelen tener. Es decir, explicarles que es una etapa crucial de su vida, porque su capacidad para modelar el cerebro en ese momento es mucho mayor les ayuda a hacerse cargo de su vida, y de cómo quieren que sea su vida en el futuro.
Y es precisamente esa la razón por la que la adolescencia es la mejor época para aprovechar los cambios que se dan en el cerebro, es la mejor manera de ayudar a los adolescentes a sobrellevar la carga emocional añadida que suelen tener. Es decir, explicarles que es una etapa crucial de su vida, porque su capacidad para modelar el cerebro en ese momento es mucho mayor les ayuda a hacerse cargo de su vida, y de cómo quieren que sea su vida en el futuro.
Intervenir en cualquier tipo de
actividad potencialmente adictiva como videojuegos, drogas, o alcohol sentará
las bases para que en el futuro el adolescente tenga una mayor predisposición,
por los cambios realizados en el cerebro, a tener adicciones.
La siguiente imagen muestra como los efectos del Ritalín y otros fármacos que se recetan a adolescentes que muestran déficit de atención o hiperactividad y cómo los efectos son los mismos que produce la cocaína, de hecho son tan adictivos como la cocaína. Son muchos los expertos que advierten contra el uso de esos medicamentos a pesar de que en el mundo indusctrializado se recetan cada vez más.
La siguiente imagen muestra como los efectos del Ritalín y otros fármacos que se recetan a adolescentes que muestran déficit de atención o hiperactividad y cómo los efectos son los mismos que produce la cocaína, de hecho son tan adictivos como la cocaína. Son muchos los expertos que advierten contra el uso de esos medicamentos a pesar de que en el mundo indusctrializado se recetan cada vez más.
http://prescription-drug.addictionblog.org/how-to-stop-taking-ritalin/ |
Al haber tantos cambios en el
cerebro los adolescentes se sienten un poco perdidos respecto a cuáles son sus
intereses, qué les gusta, qué quieren hacer. Esto es totalmente normal y por
ello es importante apoyar e incluso alentar este proceso de manera que el
adolescente sienta que se encuentra en un ambiente seguro para explorar y
decidir, al fin y al cabo puede ayudar a modelar su cerebro y su identidad.
Apoyar y alimentar no significa
dar libertad total. Por el contrario, establecer y mantener reglas y
obligaciones le ayudará a encajar en una sociedad en la que no podemos hacer
siempre lo que nos gustaría, y por tanto a no vivir en una realidad virtual que
les produzca frustración y sufrimiento al no ser capaces de asumir la realidad.
De hecho hay estudios que relacionan mayor felicidad, estabilidad emocional y
capacidad de hacer frente al estrés a los adolescentes que se comportan con
educación, respetan a sus padres y a otras personas.
No hay que perder de vista que
de lo que se trata es de que el adolescente sea una persona autónoma y feliz en
el futuro, no un ser dependiente e incapaz de solucionar sus problemas. Por eso
es necesario hacerles afrontar sus responsabilidades, no cubrirles siempre y
fingir que no se equivocan o que siempre tienen razón.
Se sabe que son las experiencias, el entorno, lo que es
realmente determinante en el desarrollo y evolución del cerebro y del
procesamiento de la información emocional por parte de los adolescentes, y de
cualquier persona sea cual sea su edad, pero particularmente en la etapa
adolescente por la especial plasticidad del cerebro en esa etapa. Pero incluso
el entorno, con el adecuado estímulo puede ser minimizado como factor
determinante en la estructura de nuestro cerebro.
Qué se puede hacer:
-Enseñarles a reformular las frases negativas. Pueden hacerlo para llamar la atención, en cuyo caso es mejor ignorar la
afirmación negativa para que vea que es sólo cuando utiliza otro tipo de
lenguaje cuando se le presta atención. Lo contrario sólo serviría para reforzar
el comportamiento. Pero ten en cuenta que cuando se entra en la espiral de las frases negativas cuesta mucho parar y se necesita bastante ayuda.
-Ejercicio. El ejercicio les proporciona un escape
adecuado al estrés y también hace que se enfoquen en actividades que les son
beneficiosas.
-Limitar uso videojuegos. Sube su nivel de estrés, baja
su nivel de atención, eleva el umbral de estímulos necesarios para mantenerlos
motivados.
-Reforzar el esfuerzo. Reconocerle los esfuerzos que
realiza, independientemente del resultado, eso subirá su motivación para seguir
esforzándose, ya que hay veces en que por mucho que alguien se esfuerce en hacer algo no consigue resultados, y no conseguir resultados desanima y desmotiva.
- Apoyar la exploración de nuevos hobbies, intereses, clases,
materias para ayudarle a descubrir qué les interesa en un ambiente
seguro. Se trata de ayudarles a forjar su personalidad, si les mostramos
opciones saludables habrá más posibilidades de que se incline por ellas.
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