domingo, 29 de diciembre de 2013

5 Requisitos para tener Éxito con tus Metas y Objetivos (personales, profesionales o corporativos)




O los Errores (sí, con mayúscula) que hacen que no se consigan los objetivos y cómo evitarlos. 


No, no es SMART que ya está muy visto y deja fuera lo más importante: la motivación, porque por muy mono que sea un objetivo si no estamos motivados no lo vamos a conseguir.


Los objetivos tienen la finalidad de motivarnos, de impulsarnos a realizar acciones que nos acerquen a lo nuestra meta. Sin embargo, hoy en día, la mera mención de la palabra objetivo pone los pelos de punta a muchas personas. 


La razón es que se ha abusado mucho de la palabra, convirtiéndola en algo que tiene un significado completamente distinto, fundamentalmente en el ámbito de la empresa. 


Tiene un significado que se suele estar vinculado fundamentalmente con emociones como el miedo y la ansiedad. ¿Recuerdas algún objetivo que te produjera sensaciones incómodas, ansiedad, angustia?


Claro que quienes formulan los objetivos suelen hacerlo con la intención de que se consigan, sin embargo el resultado obtenido suele ser el opuesto, produciendo una gran desmotivación y desvinculación de los empleados al percibirlos como difíciles o imposibles.



Las Claves son:

Primero. Si un objetivo no es alcanzable, no se alcanzará

Parece una perogrullada, y sin embargo en muchas empresas se establecen objetivos que son inalcanzables con la excusa de hacer que la gente se esfuerce más. 

Resultado 1: Cómo es imposible conseguirlo, la gente se desanima, se desilusiona y reacciona o bien ignorando el objetivo, o bien enfadándose

Resultado 2: Objetivo no cumplido

Por ejemplo imagina un directivo que quiere que aumente la productividad en su departamento, y la productividad de su departamento es baja, por lo que el objetivo (aumentar la productividad), a priori, es posible. Pero si su objetivo es incrementar la productividad un 50 % en, digamos, un año, tiene todas las papeletas para no ser alcanzable, ya que sólo un excelente plan que tome en cuenta todas las implicaciones emocionales que tiene para los empleados podrá conseguirlo. 

Cómo evitarlo: objetivos alcanzables, en el caso de nuestro ejemplo, un incremento del 10% de la productividad, requerirá trabajo pero es alcanzable y superable, lo que aumentará la motivación.


Segundo. No puede dar vértigo. 

Por alcanzables que sean los objetivos siempre es necesario establecer un pequeño primer paso, seguido de otros pequeños primeros pasos en la dirección del objetivo para evitar la desmotivación al verlo como algo demasiado grande, que requiere demasiado esfuerzo o que se va a tardar demasiado en conseguir. 

Además al realizar una pequeña acción que nos acerque a la meta estaremos poniendo en marcha la Inercia, un pequeño primer paso que motiva a dar un segundo. Cumpliendo pequeñas partes del objetivo nos motiva y nos anima a seguir  

En el ejemplo que nos ocupa un primer paso sería dedicar 5 minutos de su tiempo a pensar en todas las maneras en las que puede apoyar al personal de su departamento para que sean más productivos, y cuáles son los límites (por ejemplo, no puede subir el sueldo, o no puede promocionar a nadie), con el compromiso de escribir todas las ideas que le pasen por la cabeza, aunque parezca que no tienen sentido. 

Este es un objetivo alcanzable. 

Un segundo pequeño primer paso sería reunirse con su departamento e invitarles a hacer durante cinco minutos el mismo ejercicio que él ha hecho, y que cada persona exponga uno. Cómo evitar el vértigo: dividir el objetivo en pequeños primeros pasos.


Tercero. Si no engancha emocionalmente no tiene futuro

Tiene que engancharte emocionalmente. 

Las emociones son las que nos motivan a hacer las cosas, no la razón, por eso en lugar de la recompensa económica que te puede reportar (y sobre cuya escasa efectividad hablaré en otra entrada) imagina cómo te sentirás cuando lo hayas conseguido, qué clase de emociones sentirás, con qué intensidad. 

Engancha emocionalmente a otros: tanto si es tu equipo en el trabajo como amigos o familiares te ayudarán en los momentos difíciles (y créeme casi seguro que los habrá).

Cómo evitar que no enganche: activa las emociones positivas (tuyas y de otros). 


Cuarto. Los objetivos no se deben formular en negativo. 

Siempre en Positivo. 

No vale "quiero dejar de perder tiempo hablando por teléfono con otras personas del trabajo", el objetivo reformulado sería: Quiero que mis conversaciones de trabajo sean más cortas, yendo al grano y que no duren más de X minutos. 

Cómo evitarlo: usar la formulación positiva y evitar los “pero” y “ni”.


Quinto. No hacer físico el objetivo. 

Cómo evitarlo: escribiéndolo, así pasa del mundo de las ideas al mundo físico. Hay estudios que demuestran que quienes escriben sus objetivos los cumplen más que los que no lo hacen.

Es cierto que cambiar no es inmediato, pero es posible, y fácil si se sabe cómo.

Empieza hoy a transformar tus Sueños en Objetivos




miércoles, 4 de diciembre de 2013

Los 4 Fundamentos de la Motivación

productividad



"La Gente dice que la motivación no es permanente. Tampoco lo es bañarse, por eso recomendamos que se haga todos los días". Zig Ziglar

Son muchos los obstáculos que pueden aparecer al comenzar un proyecto, pero si nosotros interferimos con nuestras propias dudas e inseguridades nos alejaremos más de él.


Hay varios factores que influyen a la hora de emprender cualquier proyecto, basándome en ellos, las siguientes son recomendaciones para no quedarnos en la fase de las ideas y poder materializarlas.


1. Imagina el mejor de los resultados

Te dará la energía que necesitas para empezar y seguir. 


No imagines el peor de los resultados sólo va a producir que estés muerto de miedo, y que, por tanto, no seas capaz de empezar a hacer la tarea, por pequeña que sea. Imagina por el contrario cuál es el mejor resultado que puedes obtener. 


Bien, ya tienes tu objetivo. Ahora puedes diseñar un plan con los pasos que te permitan acercarte más a tu meta, y también prever cuáles son las cosas que podrían causar que no la consiguieras, con una salvedad, los obstáculos los vas a tener en cuenta para establecer alternativas y estrategias para superarlos, seguro que habrá alguno que no superes, pero es lo que hay.


2. Ten presente que siempre, en cualquier momento puedes o hacer las cosas de otra manera. 

Es cierto que si no haces nada para cambiar todo seguirá igual, pero, también es cierto que siempre puedes cambiar o actuar de otra forma, y ser consciente de tus fallos te da ventaja sobre los que no lo son: te da la posibilidad de cambiarlos y de mejorar. 



3. Tu vida no depende del resultado. 

Así que no hagas que toda tu vida dependa de ello. 


Es decir, puede que ese proyecto sea muy importante para ti, pero si no sale (y reconozcamos que eso puede pasar) tu vida no se acaba ahí. 


Para esto puedes tener un plan b, y añadirle todas las letras del alfabeto, incluida la ll. 


4.  Céntrate en el proceso y no en el fin. 

Si tu finalidad es aprender y sacar todo lo que puedas del proceso te será mucho más fácil seguir adelante.



Es cierto que la motivación no es permanente, como dice Zig Ziglar, por eso encontrar las formas de motivarnos cada día es parte de nuestro trabajo diario.


Sólo se fracasa cuando no se hace nada.  Cómo dijo Roosevelt: "No debemos temer a nada excepto al mismo miedo". Y cuando nos planteamos superarnos a nosotros mismos, en lugar de compararnos con alguien, es mucho más fácil.


Aunque su proyecto era su sueño no estaba motivada para llevarlo a cabo y dar los pasos necesarios para conseguirlo.


Conseguir objetivos precisa establecer objetivos previamente. ¿Qué objetivos te planteas en tu día a día?

jueves, 21 de noviembre de 2013

Por qué los Cambios en las Organizaciones y en las Personas son Difíciles: PORQUE DUELE

change



Cambiar es difícil. Muchas empresas y corporaciones, y muchas personas también, se enfrentan cada día con el reto de tener que cambiar. Sin embargo, aunque haya una gran motivación e incluso el cambio se contemple como beneficioso o necesario, nos cuesta mucho cambiar, de hecho los angloparlantes emplean con frecuencia la expresión “change is pain” (el cambio es dolor).

Existen razones físicas para que el cambio sea doloroso, no sólo en sentido figurado, sino también en sentido literal.

Se gastan todos los días muchos millones de euros, dólares, etc., en establecer carísimos planes en los que se cambian los procedimientos existentes por otros y que a pesar de la inversión financiera y humana, fracasan estrepitosamente.

La razón reside en que no se consideran todos los factores que los cambios implican para los “afectados” por los cambios, y por tanto se genera resistencia, tanta que a veces a pesar del coste se tiene que retirar el plan propuesto que resulta ser un auténtico fracaso, y no siempre fracasa porque no sea un plan válido y valioso, que realmente aporte un valor añadido.

El diccionario de la Real Academia Española define homeostasis como  el “Conjunto de fenómenos de autorregulación, que conducen al mantenimiento de la constancia en la composición y propiedades del medio interno de un organismo”. Es decir, que tenemos, de forma natural,  una tendencia al equilibrio, a la constancia, que forma parte de nuestra composición física. Y los cambios alteran esa tendencia al equilibrio, o al menos, lo percibimos así. Podríamos decir que tenemos una tendencia natural a rechazar los cambios.

Por eso con los años tendemos a hacer las cosas de la misma manera, a hacer las mismas cosas y vamos perdiendo el interés por aprender, porque nos sentimos más cómodos quedándonos como estamos en lugar de cambiar. 

Esa es también la razón de que se produzca un deterioro cognitivo, y que con los años cueste más hacer cosas distintas, porque se usan una y otra vez los mismos circuitos neuronales, las mismas formas de hacer las cosas, en detrimento de otros que al no usarlos, los acabamos perdiendo. 

Por eso es importante, si queremos mantener nuestro cerebro joven y a punto, seguir aprendiendo cosas (un idioma, a tejer, a usar internet, a jugar al ajedrez, etc.) y haciendo cosas distintas y de distinta manera, eso crea nuevas conexiones entre las neuronas y nuestro cerebro se empezará a expandir en lugar de deteriorarse.

Cuando detectamos cambios, los solemos “procesar” como amenazas, amenazas a nuestra situación actual, a nuestro status, a nuestra forma de pensar, incluso aunque a nivel intelectual sepamos que no es así, pero lo “sentimos” así. Y sucede de forma involuntaria e imperceptible.

Lo que ha pasado es que nuestra amígdala (una pequeña área de nuestro cerebro con forma de almendra y que nada tiene que ver con las amígdalas de la garganta) ha hecho su función: detectar situaciones potencialmente dolorosas o peligrosas, y ha reaccionado igual que ante cualquier otra amenaza, es decir, cierra la conexión al cerebro lógico, el córtex prefrontal, y dispara una serie de hormonas que van a ser las que nos permitan huir o luchar o en determinados momentos quedarnos paralizados. 

Pero también nos hace sentir miedo, ansiedad, angustia,…ya que su función es activar las emociones para avisarnos de amenazas potenciales. Lo que la amígdala ha hecho ha sido repasar su “biblioteca de situaciones anteriores” y si encuentra alguna similitud entre los cambios actuales y los archivos anteriores determinan que es una situación peligrosa y se cierra en banda a cualquier tipo de explicación de porqué va a ser beneficioso, o mejor que la situación actual. 

Por eso da igual que quieran explicar los cambios dando cualquier tipo de razonamiento lógico, si anteriormente en esa misma organización o empresa, o a esa misma persona, los cambios le resultaron dolorosos sólo con un lenguaje que la amígdala pueda procesar (es decir teniendo en cuenta y trabajando con las emociones de las personas implicadas) se podrá hacer frente a las reticencias e incluso al sabotaje a la nueva situación.

A pesar de que existe abundante literatura científica que prueba las afirmaciones anteriores hay muchas empresas y organizaciones que no quieren ver lo obvio y seguirán pagando un precio muy caro por ello, pero las personas implicadas también lo harán, más aún, en forma de estrés y ansiedad  

Es el momento de cambiar, justo ahora, aprovechando la crisis. Las empresas que no lo hagan tarde o temprano se quedarán en el camino. 

¿Cuál es tu experiencia con los cambios?
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