¿SABES LO QUE ES LA
MEDITACIÓN? ¿Y MINDFULNESS?
La traducción literal de Mindfulness es atención plena o atención
consciente. Consiste básicamente en sentarse quieto mientras se observa
cómo aparecen los pensamientos y se vuelve a prestar atención a la respiración.
Aunque se han inventado varias variaciones sobre este concepto original la base
es esa.
La meditación tiene probados y grandes beneficios, eso es
bien sabido. Sin embargo es como todo, no
es bueno para todo el mundo, y tampoco es tan bueno como se dice y los
efectos dañinos que puede producir son lo suficientemente serios como para
tomarlos en cuenta.
¿ES MINDFULNESS BENEFICIOSO?
Para personas con un nivel de estrés bajo, podemos decir que
el típico del día a día, puede ser de ayuda (en algunas personas, menos de las
que crees), sin embargo, igual que con la meditación (y el mindfulness es un
tipo de meditación), algunas personas
pueden tener efectos tremendamente negativos, y se han dado casos de
personas que han desarrollado una psicosis como resultado de su práctica.
Imagina a alguna persona que conozcas con un nivel de estrés muy elevado porque en
ese momento tiene muchos problemas, pongamos pasando por un divorcio o por una
situación de acoso en el trabajo, lo que hará será rumiar lo que le está
pasando, algo que el cerebro hace de forma natural intentando encontrar una
solución al problema, ¿pero y si no hay solución?
Si la persona no se quiere divorciar y es el otro cónyuge el
que quiere hacerlo no va a haber
solución que valga. Igual si le están acosando en el trabajo, el acoso,
salvo que deje el trabajo no suele acabar, y si en la empresa hay una política
tolerante con el acoso la denuncia incluso le puede generar más problemas y
acabar con el despido.
Si nos parece que no podemos resolver el problema y que la
situación nos supera puede pasar que al verlo claramente no podamos superarlo y
aparecen los problemas. Que es lo que pasa en los traumas.
LOS PELIGROS DE LA
MEDITACIÓN Y DE LA ATENCIÓN PLENA
En ese estado, hacer mindfulness le da rienda suelta a la mente para que ponga el disco rayado de los
problemas una y otra vez, y como el problema no tiene solución, entran en un
bucle del que le puede ser muy difícil salir. Y justamente estos son los
efectos que reportan muchos practicantes de mindfulness tanto avanzados como
principiantes, parece que la práctica prolongada no te puede proteger.
Algunas personas como consecuencia de su práctica pueden empeorar su ansiedad o depresión, más
aún si quien dirige la sesión no es capaz de prestarles la ayuda que necesitan
para calmarles o para explicarles lo que les ha pasado.
No sólo eso, muchos
practicantes de mindfulness se han encontrado con que recuerdos de experiencias
traumáticas de su pasado aparecían de repente, sin saber cómo actuar en ese
momento. Recuerdos dolorosos, heridas nuevas o antiguas pueden aparecer y
requerir terapia.
LO QUE DICEN LOS
ESTUDIOS
La Universidad de Brown, en Estados Unidos, ha realizado un
estudio al que ha llamado el “proyecto
de la noche oscura” en el que personas que practicaban meditación budista
(el origen del mindfulness) se han encontrado con experiencias traumáticas
previas. Entre los problemas que la profesora Britton, la psiquiatra que lidera
el estudio encontró están: cambios en la
percepción de sí mismos, aberraciones cognitivas, visuales y perceptivas, y
disminución de las relaciones sociales. Pero los hay peores.
Muchas personas acuden al mindfulness esperando sentarse en
el suelo y que después de un par de respiraciones sus problemas van a
desaparecer, lo que, por supuesto, no es verdad. Los problemas seguirán estando
ahí, y si no se gestionan adecuadamente el mindfulness no hará que
desaparezcan. Lo que se hace es contemplar
el problema, y si el problema es muy doloroso, puede producir el efecto contrario
al que se busca por no poder controlar las emociones que aparecen, como en las
experiencias traumáticas.
EFECTOS DE LA ATENCIÓN
PLENA
Los expertos dicen que se necesita un entrenamiento mínimo de un año para que los profesionales de la
salud sean capaces de gestionar las situaciones problemáticas que se le pueden
presentar a algunos practicantes de la meditación mindfulness. Si no la persona
puede abandonar la sesión siendo más crítica consigo misma y sentir que han
fallado si una técnica que todo el mundo cree que es la panacea no le ha
funcionado lo mismo que ha pasado con el secreto pero con peores consecuencias
para la salud mental.
Lo que hay que tener en cuenta es que la función de la meditación budista no es hacernos felices, sino
cambiar nuestro concepto del yo y la percepción del mundo, como comenta en
el artículo de The
Washington Post Miguel Farias y Catherine Wikholm autores del libro “The Budda Pill, can meditation change you?”
. Y esto lo hace con un concepto ético y una visión del mundo particular, de la
que se ha desprovisto totalmente al mindfulness para hacer lo que algunos
llaman el Mcmeditación, sí como una comida rápida de la meditación.
Los autores de este libro comentan cómo los medios
últimamente vienen haciendo apostolado sobre los beneficios de la meditación
Mindfulness hasta puntos insospechados, haciendo algo que hacen muchas veces:
manipular los resultados de un estudio para conseguir un titular atractivo, llegando
incluso a afirmar que era mejor que la medicación para la depresión. Sin
embargo los autores del estudio lo que dijeron es que no era más efectiva que
la medicación, como expone Farias en el British
Medical Journal. Sorprendente ¿verdad?
NOS LO HAN VENDIDO Y LO
HEMOS COMPRADO
Como dicen Farias y Wikholm nos han vendido Mindfulness y lo hemos comprado. Lo que ha
sorprendido más a los autores del libro es encontrar que en más de 45 años de
estudios científicos ninguno explique ni esté cerca de explicar cómo funcionan
la meditación ni quienes se benefician más o menos (que es más importante) de
ella.
Se han realizado unos pocos meta-análisis en los que se
encontró que tiene efectos positivos sobre las emociones y la ansiedad, sin
embargo no se ha medido por cuánto
tiempo permanecen los efectos, ni tampoco si funciona mejor que la relajación
física o el placebo. Aunque particularmente no creo que sea tan importante
el tema del placebo, al fin y al cabo si a alguien le funciona, y no le hace
daño…pero el tema es justo ese, los daños que puede causar.
USO EN TERAPIA
En Reino Unido se emplea la llamada Terapia Cognitiva basada en Mindfulness que tenían depresión para
evitar recaídas, con reuniones semanales e instrucciones de realizar ejercicios
en casa. Sin embargo lo que no se sabe es cuál es el ingrediente que las ha hecho
efectivas. Nadie ha probado que no es el recibir atención de compañeros de
reunión así como de los terapeutas lo que causa los beneficios en lugar de la
meditación. De hecho y teniendo en cuenta el estudio con grupo de control en el
que no había beneficios…parece otro estudio sesgado.
Como dicen los autores en el artículo del Post la penicilina
puede salvar a muchas personas, y puede matar a otras, por eso hay que ser consciente de los riesgos.
PSICOSIS, ANSIEDAD,
DEPRESIÓN
Los riesgos reportados
por varios estudios, han llevado a varios académicos a intentar establecer
una serie de procedimientos para evitar los
riesgos que afrontan quienes participan en un estudio haciendo mindfulness,
y que aunque son más importantes los que afectan a la salud mental pueden
producir psicosis, despersonalización,
sensación de irrealidad, desconexión, depresión, ansiedad y retraumatización en
personas que tienen estrés postraumático.
También se han reportado (cuando
se lo han preguntado, que es el fallo de la mayoría de los estudios, no
preguntaban los efectos negativos) estados de intensa rabia y ansiedad. También
hay efectos en la salud física y espiritual.
De hecho el interés de Miguel Farias por este tema se
despertó cuando una alumna suya de la
Universidad desarrolló una psicosis después de un retiro de dos días de
Meditación Mindfulness. Esta persona era además profesora de yoga y
practicante habitual de meditación desde hacía años cuando fue al retiro.
Al principio empezó a
experimentar sensaciones extrañas, pero pensó que era parte de su “desarrollo
espiritual” y que era signo de progreso en esa área. Progresivamente fue desarrollando ansiedad al no poder
volver a ser la misma. Lo que siguió fueron más de diez años de medicación
antipsicótica previo paso por las urgencias
psiquiátricas y un internamiento en el área de psiquiatría del hospital,
después de que fuera empeorando cada vez más.
Las investigaciones llevadas a cabo en la Universidad de
Brown revelan que este resultado lo
puede tener cualquiera, sin que exista ningún tipo de predisposición a
sufrirlo.
Un estudio cifra en un
7% el número de personas que sufren los peores y más desagradables efectos
secundarios pero un estudio en Estados Unidos encontró se cifra en un 60%
el porcentaje de personas que han tenido al menos un efecto secundario negativo
como confusión, depresión y pánico. Además en otro estudio se encontró que
aunque algunas personas decían encontrarse más relajadas y mejor, sus niveles
de cortisol (que refleja el estrés que siente su cuerpo) era más alto después
de la sesión que antes…
Lo que es más en el
más riguroso estudio
sobre la depresión y mindfulness con un grupo de control se encontró que
quienes lo practicaban tenían los mismos beneficios que el grupo de control, es
decir, ninguno. Este estudio es del 2013 pero ningún medio de comunicación
lo ha publicado.
PRESTA ATENCIÓN
Como dicen los ingleses “The jury is still out” el jurado
está aún deliberando, así que si vas o conoces a alguien que haga meditación
Mindfulness presta atención a los signos
de alarma.
Y recuerda que la prensa a veces dice cosas que después se
demuestra que no son verdad.
En este artículo
de The Guardian podrás leer las experiencias que tuvo su autora al
practicar Atención Plena: Ataque de pánico y sensación de que iba a morir,
junto a la de otras personas, está sólo en inglés.