El liderazgo es una cualidad que todos quieren tener, sin embargo hay pocos líderes auténticos, dado que el liderazgo es una cualidad más bien escasa y el concepto de liderazgo a veces no está bien entendido.
Dos hombres, uno que
siempre decía la verdad y otro que sólo decía mentiras viajaban juntos. En su
camino, fueron a parar, por casualidad, con el reino de los Monos. Uno de los
monos, que se había autonombrado Rey, ordenó que apresaran a los viajeros y les
trajeran inmediatamente a su presencia con el fin de saber qué se decía de él
entre los hombres.
El rey ordenó que los
monos se dispusieran en dos largas filas una a la izquierda y otra a la derecha
de él y que le pusieran un trono, como era la costumbre entre los hombres.
Después de todos estos
preparativos dispuso que se les trajera ante su vista, recibiéndoles con estas
palabras: “¿Qué clase de rey os parece que soy?”. El viajero que mentía dijo:
“Me parece un rey poderoso”. A lo que el rey
contesta “¿Y qué te parecen los que me rodean?”. El viajero contestó
“Estos son dignos acompañantes suyos, majestad, apropiados para ser embajadores
y líderes de ejércitos”. El Mono y toda su corte, complacidos con las lisonjas
recibidas dispusieron que un gran regalo le fuera entregado al adulador.
En estas circunstancias
el viajero sincero, el que decía la verdad pensó para sí mismo:”Si tan gran
regalo se da a cambio de una mentira, ¿qué clase de regalo me darán si, de
acuerdo con la costumbre, digo la verdad?”. El Rey Mono se volvió hacia él en
ese momento: “¿Qué opinas de mí y mis amigos aquí congregados?. El viajero
sincero contestó:”Un gran mono, y siguiendo su ejemplo excelentes monos
también.” El Rey de los Monos indignado lo echó a los demás monos para que lo
mataran.
Liderazgo y líderes
La moraleja de esta fábula de Esopo es más que evidente: quien ama la lisonja no ama la verdad.
Y cuando hablamos de liderazgo
y de líderes auténticos no puede ser más cierto. Hay muchos jefes, que
dejándose llevar por las lisonjas se duermen en los laureles creyéndose líderes
porque haya personas que se lo dicen.
Dejémoslo bien claro: ser
el CEO o presidente de una gran organización no hace a nadie líder, a
pesar de que ellos se lo puedan creer. Si analizamos los resultados de sus
organizaciones resulta aún más obvio, ya que lo cierto es que todas las
organizaciones funcionan más por inercia que por auténtico impulso. El liderazgo organizacional rara vez está optimizado.
LA PRINCIPAL FUERZA EN LAS ORGANIZACIONES: LA INERCIA
Es decir, se hacen las cosas de determinada manera, y se
siguen haciendo así obteniendo más o menos los mismos resultados que siempre,
porque nadie cuestiona si es el mejor
modo de hacer las cosas. Y no puede ser de otra manera porque la inercia lo
impide, ya que es “el modo en el que se hacen las cosas” Eso no es liderazgo.
Un líder que no se
cuestione lo que cree, y por qué cree lo que cree no puede liderar con
efectividad, porque
se está perdiendo en sus propias creencias y prejuicios. Y tenemos la tendencia
a, una vez tomada una decisión buscar argumentos que apoyen nuestra decisión.
Igual con nuestras creencias, por eso sólo siendo conscientes de los trucos que la
mente emplea con nosotros podremos realmente progresar y no quedarnos
estancados, lo que, en el caso de las corporaciones y empresas significa que
también ellas se quedan estancadas y no progresan, a pesar de que parezca lo
contrario. El liderazgo organizacional está ausente.
POR QUÉ LOS LÍDERES SON LÍDERES
La principal cualidad de los líderes tanto hombre como mujeres
es su capacidad de aprendizaje, es
decir, están abiertos a aprender, y saben
que pueden aprender de todo y de todos independientemente del tipo de liderazgo que ejerzan. Para qué les sirve esto:
1. Más soluciones en momentos difíciles: Estar abierto a aprender abre
nuestros ojos a las posibilidades, por tanto esa apertura de miras les permite
acceder a un abanico mayor de opciones, y por consiguiente de soluciones en
cualquier situación difícil que se les presente.
2. Innovar. Los líderes saben que aprender es imprescindible para
seguir manteniéndose al día de todas las novedades que pueden aparecer en su
industria. Mantenerse al tanto de las distintas mejoras que puedan usarse en su
ámbito de trabajo, buscar nuevas formas de mejorar la productividad de forma
sostenible permiten a los líderes ir un paso por delante de las empresas de
la competencia.
3. Mejora contínua. Quienes creen que no tienen nada nuevo que aprender no
pueden mejorar. Esa es una premisa básica. Y las organizaciones con líderes
que no mejoran acaban quedándose rezagadas, por eso las que cuentan con líderes
o con personas que desarrollan su liderazgo
siguen estableciendo mejoras en sus organizaciones. Al estar en un continuo
estado de aprendizaje saben que siempre se puede seguir mejorando, por lo que
no se amedrentan.
4. Contar con los Mejores. Los líderes contratan a otros
líderes, porque saben que pueden aprender
de ellos y que su autoestima no se va a ver amenazada por contratar a gente
que sea incluso mejor que ellos.
5. Generan compromiso. Están totalmente comprometidos con su organización y
saben que el éxito de su organización es su éxito también, por eso
ayudan a sus equipos motivándoles y generando compromiso entre ellos, no
palabras vacías de contenido con las que intentan convencer sin éxito, sino
demostrando que de verdad están comprometidos con todo el capital humano de la
empresa, prestándoles atención y generando una vinculación notable con la
empresa.
6. Reconocer sus errores. El movimiento se demuestra andando,
y el liderazgo también. Por eso los líderes saben que se han equivocado y
que se equivocarán en el futuro. Y también saben que equivocarse no los
hace menos líderes, menos profesionales o menos persona, sólo los hace humanos,
y ser humano es una de las principales cualidades de los líderes por eso están
dispuestos a aprender de sus errores y a aceptarlos como parte de su proceso de
formación, un proceso que no acaba nunca.
7. Los líderes en modo aprendizaje no juzgan, esto no significa que no se den
cuenta de que alguien no está haciendo su trabajo porque no quiere, sino que
saben que ver las motivaciones de los demás es importante cuando quieren que
una organización o su propia vida funcionen. Si la motivación de los demás no
está alineada con las de la empresa en la que trabajan será mejor tomar una
decisión que resuelva el problema, no mirar para otro lado, o ser
condescendiente.
8. Saber que a veces hay que tomar decisiones duras. Y las toman. Las decisiones
difíciles forman parte de la vida de todos en algún momento. Los líderes lo
saben y no huyen de ellas. Por eso, aceptan que las cosas no son siempre
como les gustarían que fueran, pero tienen que gestionar esas situaciones,
lo que intentan hacer con justicia.
9. Saber que gestionar sus emociones de forma eficiente no
significa reprimirlas. También saben que necesitan herramientas que les permitan gestionar sus
emociones de forma efectiva.
10. Saber que la perfección no existe y han aprendido a no
ser demasiado duros con ellos mismos.
¿Qué opinas sobre los líderes y la capacidad de aprender?
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