En este momento de especial
explosión tecnológica, hay muchas personas abogando por un cambio en la educación, lo que si bien no es
intrínsecamente malo tampoco tiene por qué ser forzosamente bueno.
Muchas de estas propuestas y
comentarios acerca de la necesidad de cambiar
el sistema educativo provienen de personas que se mueven en las redes
sociales y en el mundo de la tecnología. Abogan por una supresión del sistema actual
y por cambiarlo a otro donde se enseñen esas nuevas tecnologías, hablando de
las limitaciones del sistema actual.
Una de las cosas que dicen que es
necesaria es que hay que enseñar a los niños a manejar un ordenador y a navegar
por internet. ¿Has visto a algún niño a quien haya que enseñarle a navegar por
internet o a manejar un ordenador? Los niños aprenden solos
viendo cómo los adultos u otros niños lo hacen.
¿Acaso has visto a algún niño que haya tenido que preguntar cómo usar un videojuego? Por otro lado, todos los adultos que conozco han aprendido a usar internet y los ordenadores solos, lo mismo que yo, y posiblemente lo mismo que tú. Por lo que dedicar dinero y tiempo a enseñarles algo que posiblemente ya sepan hacer me parece una forma de desperdiciar los recursos, y además sin ningún tiempo de beneficio.
¿Acaso has visto a algún niño que haya tenido que preguntar cómo usar un videojuego? Por otro lado, todos los adultos que conozco han aprendido a usar internet y los ordenadores solos, lo mismo que yo, y posiblemente lo mismo que tú. Por lo que dedicar dinero y tiempo a enseñarles algo que posiblemente ya sepan hacer me parece una forma de desperdiciar los recursos, y además sin ningún tiempo de beneficio.
Lo más sorprendente del anterior
argumento es que dicen que los niños que nacen ahora ya saben usar las
tecnologías, porque han nacido con ellas: ¿entonces para qué enseñárselo? ¿para
que se aburra más? En mi modesta opinión se trata de crear argumentos que hagan
parecer que nos preocupamos por la educación cuando en realidad sólo es una
pose sin ninguna base.
Otro de los argumentos es que se
debería eliminar la memorización de los colegios y las escuelas, porque toda la
información está en internet.
Este argumento es aún más
ridículo que el anterior. Imaginaos que en el siglo XXVIII alguien dice: cómo
todo lo que sabemos se puede consultar en la Biblioteca Nacional en Madrid, o
en la British Library pues que nadie estudie, ni lea, ya que cuando necesite la
información puede ir a consultarla.
Pero la razón de que se estudie y
se memorice es precisamente ayudar a desarrollar el pensamiento crítico, a leer
varias opiniones y a ver cuál es la que preferimos o se acerca más a nuestra
forma de pensar, a incluso, cambiar de opinión. Para que cuando leamos algo,
recordemos otra cosa que hemos leído antes y nos formemos una opinión. Eso sin contar con que mucha información que hay en internet no es correcta o es falsa, y la wikipedia no es una fuente de información fiable, un familiar mío me contó que sus amigos cuando se aburren se meten en la wikipedia y ponen información falsa.
Pero de lo que no se habla es de
cómo va a desarrollarse un cerebro que no ejercita la memoria, porque “no sirve”,
como tenemos ordenadores.
Vamos a ver. En el cerebro todo
lo que no se ejercita se pierde. Eso quiere decir que si un niño no memoriza
(con límites, por supuesto) no va a desarrollar, en una edad en la que el
cerebro es especialmente plástico y está en pleno desarrollo, su capacidad de
memorizar. Con lo que después cuando intente memorizar en su vida adulta una
charla, un discurso, le costará o incluso no será capaz de hacerlo, ya que esa
parte de su cerebro está subdesarrollada.
Y es cierto que se puede desarrollar más adelante, pero también lo es que requerirá mucho más tiempo y mucho más esfuerzo, con lo que, en esta época en la que se prima lo inmediato sobre lo que lleva un tiempo, supongo que se pondrá un ordenador para que haga la charla por nosotros, en lugar de hacerla nosotros, al fin y al cabo ¡como toda la información la tiene el ordenador, pues que lo haga él!
Y es cierto que se puede desarrollar más adelante, pero también lo es que requerirá mucho más tiempo y mucho más esfuerzo, con lo que, en esta época en la que se prima lo inmediato sobre lo que lleva un tiempo, supongo que se pondrá un ordenador para que haga la charla por nosotros, en lugar de hacerla nosotros, al fin y al cabo ¡como toda la información la tiene el ordenador, pues que lo haga él!
Los niños tienen un exceso de estímulos, a los que los mayores
también nos vemos sometidos, pero como para nuestro cerebro es información
relativamente nueva no nos afecta igual, tal que no pueden procesar la
información, produciéndose una sobrecarga que hace que el niño se sienta
estresado y sobrepasado.
Reconozcámoslo, un conferenciante
u orador que lee su discurso no es igual de convincente ni puede comunicar
igual que alguien que lo da, aunque de vez en cuando mire sus notas, entre
otras cosas porque la atención de la persona, y su energía están dirigidas al
papel, no a su audiencia.
Memorizar es necesario, de hecho
es como los niños aprenden de forma natural. Los niños cuando aprenden una
palabra nueva la repiten y la repiten y la repiten. Eso pasa sin que nadie les
diga “tienes que repetir las palabras para acordarte de ellas” y es porque
nuestro cerebro sabe de manera innata cómo se aprende mejor, igual que sabe qué
hay que hacer para empezar a caminar.
Todos los sistemas de aprendizaje
modernos están basados en la repetición para conseguir la memorización de la
información. Y por tanto en la memorización. Una persona sin memoria pero con
un ordenador es un ordenador con una persona.