Te propongo un ejercicio de inteligencia emocional para el
que vas a necesitar unos minutos, pero te aseguro, que, como siempre, valdrá la
pena, y será un tiempo bien aprovechado.
Es conveniente que cuentes con
lápiz y papel, mejor que ordenador, ya que hay algo especialmente primario en
el papel físico, que nos hace conectarnos más a nuestros sentimientos.
Tómate unos minutos para hacer un
pequeño recuento de lo que ha sido el día de hoy, da igual que sea por la
mañana, puedes, si es temprano, fijarte en el día de ayer.
Lo único que tienes que hacer es
escribir (no, no vale hacerlo de memoria, el ejercicio entonces no funciona)
una lista de las cosas que has hecho durante el día de hoy, una cosa por línea:
me levanté de la cama, me di una ducha, desayuné,… hasta ahora. No importa si
se te olvida algo, lo importante es que escribas todo lo que te acuerdes.
A continuación coge la lista, y
uno por uno, párate en cada uno de los puntos de la lista y recuerda el momento
en que lo hiciste: te levantaste por la mañana, por ejemplo, y ahora recuerda
qué emoción sentiste al hacerlo: alegría, tensión, relajación (sólo las emociones).
Y escribe la emoción al lado de la tarea correspondiente.
Sigue así con cada punto de la
lista, hasta que hayas terminado con todos y cada uno de los puntos.
Sí, la finalidad de este
ejercicio es permitirte hacerte una idea de tu estado anímico durante el día.
Solemos ir tan rápido con nuestro día a día, que no tenemos tiempo ni de sentir
lo que sentimos, y por eso ni lo sabemos, aunque a veces nos demos cuenta de
que algo no va tan bien como nos gustaría.
Ahora fíjate en la lista de
emociones, y fíjate en cuáles se repiten más.
Sean cuales sean las emociones
que aparecen en tu lista no pasa nada. Sólo estás siendo consciente de una
situación, que posiblemente se repite día a día. Ser consciente de una
situación es lo que te permite introducir cambios. Por ejemplo, cuenta cuántas
veces la emoción es alegría o amor. Si son muchas enhorabuena. No quiero decir
tampoco que no debas sentir emociones no muy positivas durante el día, pero es el
balance lo que importa.
Sólo es una muestra, que muchas
personas no se atreven a realizar, hasta que llega el momento en que sienten
que son como una olla a presión a punto de estallar, y siguen sin entender por
qué, o lo hacen pero no saben por qué se sienten así. Es doloroso sentir esa sensación de que no puedes más, de que no quieres seguir.
Si actúas o piensas como
consecuencia de sentir miedo, preocupación o sensación de escasez, detente un momento y sientas la emoción que sientes en
ese momento. Porque resistir, es persistir.
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