Sentada en el avión observo a una de las auxiliares de vuelo. Es tremendamente eficiente, rápida, y además encantadora. Diría que es la empleada que cualquier empresa quiere tener.
Lo que me sorprende es su edad. Mientras lo pienso, me entero de que tiene 61 años. Lleva diez en la compañía aérea. Con 51 años envió una solicitud de trabajo a la compañía aérea, y la llamaron, hizo el curso de aptitud, y desde entonces.
Antes era secretaria, y dice que nunca volverá, que este es su trabajo, que está encantada, y se nota. No deja de sonreír, y está totalmente pendiente de los pasajeros, respondiendo siempre con una sonrisa.
El avión era de una línea aérea de Estados Unidos. Mi hermana y mi cuñado me convencieron para que les acompañara en ese viaje, y qué bien que lo hice.
En Estados Unidos, contrariamente a lo que sucede en España, se contrata a personas de cualquier edad, no sólo a menores de 30. Sin embargo en una compañía aérea no es usual que contraten a gente de esa edad.
Así que pensé en el valor de esa mujer, al enviar la solicitud. La mayoría no lo hubiéramos hecho, por miedo al rechazo, y también porque contamos con que no nos van a contratar. Ella no se dejó guiar por ideas preconcebidas, y por lo que pasa “siempre”, y obtuvo lo que quería.
Por supuesto en España es distinto. Para el 99,99% de los empresarios cualquier persona mayor de 30 o 40 años ni siquiera cuenta a la hora de hacer contrataciones. Es un criterio subjetivo, discriminatorio y además estúpido, sobre todo si se tiene en cuenta que los empresarios, en su mayoría, sobrepasan con creces esa edad.
Luego si esas personas no son aptas para realizar un trabajo, tampoco lo son los empresarios que no los contratan, lo que dado lo que ha pasado con las empresas constructoras y otras, en España, parece bastante probable, de hecho es la prueba de que tienen menor capacidad que las personas a las no quieren contratar. Es hora de que eso cambie.
Luego si esas personas no son aptas para realizar un trabajo, tampoco lo son los empresarios que no los contratan, lo que dado lo que ha pasado con las empresas constructoras y otras, en España, parece bastante probable, de hecho es la prueba de que tienen menor capacidad que las personas a las no quieren contratar. Es hora de que eso cambie.
Yo lo que vi en esta persona fue alguien que se preocupa por dar un buen servicio, responsable y trabajadora. Su edad no es importante. De hecho seguro que la inmensa mayoría de quienes leáis esto, si pensáis en vuestros padres y familiares de más edad (con un límite, claro), los consideráis un ejemplo de trabajo, constancia, responsabilidad y superación, ¿por qué los empresarios no piensan igual? Porque tienen unas ideas fijas, pasadas de moda, e inservibles acerca de lo que es o debe ser la empresa, por lo que deben recurrir a personas externas a la misma para que les ayuden a ver lo que es obvio para sus empleados, pero no para ellos.
El problema viene cuando la ayuda externa tiene las mismas ideas fijas, no evolucionadas y nada creativas y las soluciones que proponen no consiguen resultados. Esto pasa porque no son capaces de pensar más allá de lo obvio, de estar abierto a encontrar soluciones, no a coger el catálogo de soluciones y aplicar una. Por eso estamos ahora inmersos en una crisis, los modelos económicos existentes no dan soluciones a los problemas actuales y en lugar de un paro de menos del 10% como en Estados Unidos tenemos un 20.
Einstein definió la locura como hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados distintos, y eso es lo que estamos haciendo. Todos nosotros tenemos valiosas ideas y recursos dentro de nosotros, muchas veces nos han venido a la mente y los hemos descartado por no ser “convencionales”. Pero en momentos como éstos y para salir de la crisis necesitamos ideas y soluciones distintas a las existentes, a las que no sirven, para obtener otros resultados.
No te digo que intentes solucionar tú sólo la crisis, pero sí puedes empezar a colaborar. Recuerda que donde pones tu atención la energía va detrás, y si tu intención es encontrar soluciones a los problemas y encontrar alternativas la energía va a ir también en esa dirección, abriendo la puerta a mayores posibilidades y oportunidades.
¿En qué área de tu vida te gustaría hacer lo que hizo la auxiliar de vuelo: no hacer caso de “lo que es” e intentarlo? ¿y a qué estás esperando? Cuando hayan pasado 20 o 30 años, si no lo intentaste, recordarás que pudiste intentarlo y no lo hiciste, ¿o prefieres recordar que lo intentaste? Es el momento de hacer lo que ella hizo, sólo así cambian las cosas, cuando alguien se atreve. ATRÉVETE TÚ.
Si no encuentras solución a un problema ábrete a la posibilidad de encontrar una solución extraña o inusual , y simplemente deja que ésta llegue. Cuanto más dispuesto estés a probar nuevas y diferentes soluciones más cerca estarás de resolver tus problemas.